“Andar en skate”, grupos de pertenencia
Fotografiando a un amigo |
No entraré de lleno en esta dimensión, ya que no es el objetivo del trabajo, pero sin dudas
es uno de los aspectos por excelencia en ésta práctica y con el que más se lo
relaciona en primera instancia en nuestro país. Si no se da por una herencia
familiar, que en Argentina no es tan frecuente, la iniciación a la práctica casi
en su totalidad se da por tener un amigo que anda, lo que despierta el interés
del sujeto. Asimismo, si se da el caso de un principiante sin conocidos
anteriores que lo acompañen en la práctica, es un nexo para conocer nuevos
amigos.
En la
mayoría de los grupos de skaters, se produce una apropiación del
territorio en la medida, y fundamentalmente, porque se establece un punto de
encuentro para éstos. Es decir, estos son espacios
importantes de socialización, donde conviven chicos y grandes y se puede
conectar con sujetos que en otro ámbito sería muy difícil.
En la ciudad de La Plata lo podemos ver en el edificio de
Obras Públicas o en el Teatro Argentino; de la misma manera cito a mi pueblo,
Río Colorado, donde nos juntábamos (me incluyo en los skaters del lugar) en la
iglesia del centro. Lo llamo “punto de encuentro” porque muchas veces estos
lugares sirven como eso, un punto de partida para luego en grupo, salir a
buscar nuevos spots, y muchas veces para simplemente pasar la tarde con amigos.
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